Disponible en 2 Farmacia(s)
Desde 191
Componente activo: Diazepam
Disponible en 3 Farmacia(s)
Desde 176
Componente activo: Alprazolam
Disponible en 3 Farmacia(s)
Desde 143
Componente activo: Zolpidem
Disponible en 1 Farmacia(s)
Desde 158
Componente activo: Buspirona
Disponible en 3 Farmacia(s)
Desde 136
Componente activo: Lorazepam
Disponible en 2 Farmacia(s)
Desde 133
Componente activo: Clonazepam
Disponible en 1 Farmacia(s)
Desde 89
Componente activo: Hidroxicina
Disponible en 1 Farmacia(s)
Desde 268
Componente activo: Bromazepam
Los trastornos de ansiedad se encuentran entre los problemas de salud mental más comunes en el mundo. Además, entre todos los problemas médicos, la ansiedad también ocupa una posición de liderazgo en términos de prevalencia. En el marco de los estudios epidemiológicos, se acostumbra hablar de dos variantes de la prevalencia de cualquier condición - de un año, es decir, una evaluación de este indicador en un segmento de tiempo corto, y de toda la vida - la proporción de personas que han experimentado esta condición al menos una vez.
El tratamiento de un trastorno de ansiedad depende de muchos factores y puede ser puramente psicoterapéutico, sin medicamentos, o combinado, el uso de medicamentos e intervenciones psicoterapéuticas, o en algunos casos, ser exclusivamente medicado.
Gracias al intenso desarrollo de la industria farmacéutica, hoy en día existen pastillas para la ansiedad y el estrés realmente buenas que no son adictivas y tienen una amplia gama de efectos secundarios. Dichos medicamentos hacen frente con éxito a las manifestaciones psicológicas de la ansiedad y eliminan las fallas somáticas causadas por el desequilibrio mental.
Los medicamentos son la forma más fácil y efectiva de superar la ansiedad. Pero no se olvide de las contraindicaciones y posibles reacciones adversas. Muchos medicamentos, si se toman sin cuidado, pueden ser dañinos, especialmente cuando se trata de medicamentos para combatir la ansiedad y el estrés. Al elegir medicamentos, no debe guiarse solo por la publicidad: infórmese más sobre qué sustancias contienen, cómo funcionan, en qué casos se recomiendan y cuándo son indeseables.
Las preparaciones de este extenso grupo ayudan a aliviar el estrés emocional, eliminar la ansiedad y los miedos excesivos, aumentar la resistencia de la psique a los factores externos que provocan estrés. Además del efecto ansiolítico, algunos de ellos tienen efectos anticonvulsivos, relajantes musculares y otros.
Los ansiolíticos han pasado por una larga evolución y hoy entre ellos existen fármacos de venta libre eficaces y seguros.
Los tranquilizantes son un grupo de medicamentos que pueden reducir la ansiedad de manera rápida y efectiva. Hay tranquilizantes con un efecto sedante (hipnótico) más pronunciado y con uno menos pronunciado. Con la selección correcta del medicamento de este grupo, su dosificación racional, es posible lograr el alivio de la ansiedad, evitando la somnolencia en el paciente. Los tranquilizantes se usan en un curso, cuya duración es individual. Los tranquilizantes modernos son bien tolerados y no tienen riesgo de adicción cuando se usan correctamente.
Antidepresivos con acción contra la ansiedad: estos medicamentos no reducen el nivel patológico de ansiedad tan rápido como los tranquilizantes, pero con el uso a largo plazo brindan tratamiento para los trastornos de ansiedad al cambiar los trastornos bioquímicos que conducen a la ansiedad. Estos medicamentos deben usarse durante mucho tiempo, al menos de 4 a 6 meses, no conducen al desarrollo de dependencia, no violan la calidad de vida del paciente si se seleccionan adecuadamente.
Antipsicóticos: este grupo de medicamentos se usa en el tratamiento de la ansiedad severa, así como la ansiedad y el pánico cuando se combina con trastornos como la esquizofrenia, la depresión, la manía, el TOC, etc. Varios neurolépticos, cuando se usan en dosis bajas, ayudan a mejorar dormir, reducir el nivel general de estrés, ajustar los patrones de pensamiento del paciente, lo que lleva al desarrollo de ansiedad y pánico.
Los normotímicos son fármacos que no tienen un efecto ansiolítico pronunciado por sí mismos, pero que pueden ser útiles para ciertos tipos de trastornos de ansiedad.
Cuando todavía es difícil con una percepción tranquila de las situaciones estresantes, es mejor cuidarse de tener a mano un buen sedante. Si no puede lidiar con el estrés de ninguna manera, se le nublan los ojos, le da vueltas la cabeza y se le seca la garganta, debe tener medicamentos a mano. El efecto sedante suave de las hierbas medicinales prácticamente no afectará su bienestar, una evaluación sobria de las circunstancias.
Algunos de ellos se liberan exclusivamente con receta, mientras que otros medicamentos se pueden comprar de manera segura sin tal receta.